lunes, 29 de agosto de 2011

04/09/2011 - 23º domingo Tiempo ordinario (A)

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4 de septiembre de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

No te pierdas:
- Jesús de Nazaret hoy

23º domingo Tiempo ordinario(A)
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EVANGELIO

Si te hace caso, has salvado a tu hermano.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano.
Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

Palabra de Dios.

HOMILIA

2010-2011 -
4 de septiembre de 2011


REUNIDOS POR JESÚS

Al parecer, el crecimiento del cristianismo en medio del imperio romano fue posible gracias al nacimiento incesante de grupos pequeños y casi insignificantes que se reunían en el nombre de Jesús para aprender juntos a vivir animados por su Espíritu y siguiendo sus pasos.
Sin duda, fue importante la intervención de Pablo, Pedro, Bernabé y otros misioneros y profetas. También las cartas y escritos que circulaban por diversas regiones. Sin embargo, el hecho decisivo fue la fe sencilla de creyentes cuyos nombres no conocemos, que se reunían para recordar a Jesús, escuchar su mensaje y celebrar la cena del Señor.
No hemos de pensar en grandes comunidades sino en grupos de vecinos, familiares o amigos, reunidos en casa de alguno de ellos. El evangelista Mateo los tiene presentes cuando recoge estas palabras de Jesús: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
No pocos teólogos piensan que el futuro del cristianismo en occidente dependerá en buena parte del nacimiento y el vigor de pequeños grupos de creyentes que, atraídos por Jesús, se reúnan en torno al Evangelio para experimentar la fuerza real que tiene Cristo para engendrar nuevos seguidores.
La fe cristiana no podrá apoyarse en el ambiente sociocultural. Estructuras territoriales que hoy sostienen la fe de quienes no han abandonado la Iglesia quedarán desbordadas por el estilo de vida de la sociedad moderna, la movilidad de las gentes, la penetración de la cultura virtual y el modo de vivir el fin de semana.
Los sectores más lúcidos del cristianismo se irán concentrando en el Evangelio como el reducto o la fuerza decisiva para engendrar la fe. Ya el concilio Vaticano II hace esta afirmación: "El Evangelio... es para la Iglesia principio de vida para toda la duración de su tiempo". En cualquier época y en cualquier sociedad es el Evangelio el que engendra y funda la Iglesia, no nosotros.
Nadie conoce el futuro. Nadie tiene recetas para garantizar nada. Muchas de las iniciativas que hoy se impulsan pasarán rápidamente, pues no resistirán la fuerza de la sociedad secular, plural e indiferente. Dentro de pocos años sólo nos podremos ocupar de lo esencial.
Tal vez Jesús irrumpirá con una fuerza desconocida en esta sociedad descreída y satisfecha a través de pequeños grupos de cristianos sencillos, atraídos por su mensaje de un Dios Bueno, abiertos al sufrimiento de las gentes y dispuestos a trabajar por una vida más humana. Con Jesús todo es posible. Hemos de estar muy atentos a sus llamadas.

José Antonio Pagola

HOMILIA

2007-2008 - RECREADOS POR JESÚS
7 de septiembre de 2008


REUNIRSE EN EL NOMBRE DE JESÚS

Allí estoy yo en medio de ellos.

La destrucción del templo de Jerusalén el año 70 provocó una profunda crisis en el pueblo judío. El templo era «la casa de Dios». Desde allí reinaba imponiendo su ley. Destruido el templo, ¿dónde podrían encontrarse ahora con su presencia salvadora?
Los rabinos reaccionaron buscando a Dios en las reuniones que hacían para estudiar la Ley. El célebre Rabbi Ananías, muerto hacia el año 135, lo afirmaba claramente: «Donde dos se reúnen para estudiar las palabras de la Ley, la presencia de Dios (Shekiná) está con ellos…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2004-2005 – AL ESTILO DE JESÚS
4 de septiembre de 2005


EL ESPACIO DE JESÚS

Allí estoy yo en medio de ellos.

Al parecer, a las primeras generaciones de cristianos no les preocupaba mucho el número. A finales del siglo primero eran sólo unos veinte mil, perdidos en medio del imperio romano. ¿Eran muchos o eran pocos? Ellos formaban la Iglesia de Jesús y lo importante era vivir de su Espíritu. Pablo invita constantemente a los miembros de sus pequeñas comunidades a que «vivan en Cristo». El cuarto evangelio exhorta a sus lectores a que «permanezcan en él».
Mateo, por su parte, pone en boca de Jesús estas palabras: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». En la Iglesia de Jesús no se puede estar de cualquier manera: por costumbre, por inercia o por miedo. Sus seguidores han de estar «reunidos en su nombre», convirtiéndose a él, alimentándose de su evangelio. Ésta es también hoy nuestra primera tarea, aunque seamos pocos, aunque seamos dos o tres…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2001-2002 – CON FUEGO
8 de septiembre de 2002


Título

(No se encuentra)

José Antonio Pagola

HOMILIA

1998-1999 – FUERZA PARA VIVIR
5 de septiembre de 1999


AYUDARNOS A SER MEJORES

Repréndelo a solas.

Cansados por la experiencia diaria, nacen a veces en nosotros preguntas inquietantes y sombrías. ¿Podemos ser los hombres mucho mejores? ¿Podemos cambiar nuestra vida de manera decisiva? ¿Podemos transformar nuestras actitudes equivocadas y adoptar un comportamiento nuevo? Con frecuencia, lo que vemos, lo que escuchamos, lo que respiramos en torno a nosotros, no nos ayuda a ser mejores, no eleva nuestro espíritu ni nos anima a ser más humanos.
Por otra parte, se diría que hemos perdido capacidad para adentramos en nuestra propia conciencia, descubrir nuestro pecado y renovar nuestra existencia. No queremos interrogarnos a nosotros mismos. El tradicional «examen de conciencia» que nos ayudaba a hacer un poco de luz ha quedado arrinconado como algo ridículo y sin utilidad alguna…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1995-1996 – SANAR LA VIDA
8 de septiembre de 1996


PRIMER QUEHACER

Allí estoy yo en medio de ellos.

Cuando uno vive distanciado de la religión o se ha visto decepcionado por la actuación de los cristianos, es fácil que la Iglesia se le presente sólo como una gran organización. Una especie de «multinacional» ocupada en defender y sacar adelante sus propios intereses. Estas personas, por lo general, sólo conocen a la Iglesia desde fuera. Hablan del Vaticano, critican las intervenciones de la jerarquía, se irritan ante ciertas actuaciones del Papa. La Iglesia es para ellas una institución anacrónica de la que viven lejos.
No es ésta la experiencia de quienes se sienten miembros de una comunidad creyente. Para éstos, el rostro concreto de la Iglesia es casi siempre su propia parroquia. Ese grupo de personas amigas que se reúnen cada domingo a celebrar la eucaristía. Ese lugar de encuentro donde se celebra la fe y se reza todos juntos a Dios. Esa comunidad donde se bautiza a los hijos o se despide a los seres queridos hasta el encuentro final en la otra vida…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1992-1993 – CON HORIZONTE
5 de septiembre de 1993


COMPARTIR

Donde dos o tres están reunidos.

Hay una soledad que es inherente al ser humano. Las personas no podemos expresar ni comunicar a los demás de manera total las emociones o experiencias que vivimos dentro de nosotros. Por eso, se puede decir que, de alguna manera, todos estamos solos.
Esta soledad se acentúa en algunas situaciones particulares de la vida. Nadie nos puede acompañar en la crisis interior profunda, en la enfermedad o ante la proximidad de la muerte. Son momentos en que hemos de actuar cada uno sin que nadie pueda hacerlo por nosotros. Como ha dicho el profesor Giácomo Dacquino, «cuando la vida se hace seria, cada uno de nosotros está solo»…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1989-1990 – NUNCA ES TARDE
9 de septiembre de 1990


A SOLAS ENTRE LOS DOS

A solas entre los dos.

Son muchos los factores que constantemente deterioran nuestras relaciones personales dentro de la familia, entre vecinos y compañeros de trabajo o en la convivencia diaria.
La comunicación queda fácilmente bloqueada, sobre todo, cuando constatamos que el otro ha actuado de manera injusta o desleal. Nos sentimos como justificados para excluirlo de nuestra aceptación amistosa y encerrarnos en un juicio destructor.
Puesto que el otro ha actuado mal, no consideramos necesario analizar nuestra postura. Nos parece «normal» retirar nuestra amistad y bloquear nuestra mirada y nuestro corazón.
Así, sin apenas darnos cuenta, nuestras relaciones se empobrecen, ahogadas por la decepción, las acusaciones inflexibles y las mutuas condenas…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1986-1987 – CONSTRUIR SOBRE LA ROCA
6 de septiembre de 1987


EN SU NOMBRE

Allí estoy yo en medio de ellos.

Está muy extendida entre nosotros la idea de que la fe es un asunto puramente individual que cada uno ha de resolver en lo íntimo de su conciencia.
Por eso, no resulta nada extraña la actitud de quienes, sintiéndose cristianos, creen poder alimentar su fe sin vincularse con ninguna comunidad creyente.
Hay también quienes van seleccionando su propia comunidad según sus gustos, su sensibilidad religiosa o, sencillamente, la comodidad del momento.
Incluso, no es raro en núcleos urbanos algo densos, el encontrarse hoy con cristianos que ignoran cuál es la comunidad parroquial a la que pertenecen y desconocen el templo al que son invitados como miembros de la Iglesia…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1983-1984 – BUENAS NOTICIAS
9 de septiembre de 1984


AYUDARNOS A SER MEJORES

Repréndelo a solas.

Cansados por la experiencia diaria, nacen a veces en nosotros preguntas inquietantes y sombrías. ¿Podemos ser los hombres mucho mejores? ¿Podemos cambiar nuestra vida de manera decisiva? ¿Transformar nuestras actitudes equivocadas y adoptar un comportamiento nuevo?
Con frecuencia, lo que vemos, lo que escuchamos, lo que respiramos en torno a nosotros, no nos ayuda a ser mejores, no eleva nuestro espíritu ni nos anima a ser más humanos.
Por otra parte, se diría que hemos perdido capacidad para adentramos en nuestra propia conciencia, descubrir nuestro pecado y renovar nuestra existencia…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1980-1981 – APRENDER A VIVIR
6 de septiembre de 1981


RESPONSABILIDAD CRÍTICA

Si tu hermano peca, repréndelo.

Son muchos los observadores que insisten en el crecimiento de la apatía y el pasotismo en nuestra sociedad y nos hablan del aburrimiento, el escepticismo y la frivolidad cada vez mayor de nuestra cultura.
Se ha dicho que nuestra sociedad es «productora de apatía» y estudios autorizados señalan que podemos llamar con todo derecho «masa inerte» o «los sin opinión» a cerca de un setenta y dos por ciento de la población.
Son los que viven su vida «desinteresados» de todo lo que no sea su pequeña felicidad. Los que «pasan» de todo. Los que han decidido «no saber» nada de lo que ocurre a su alrededor. Los que prescinden de todo planteamiento social serio…

José Antonio Pagola

lunes, 22 de agosto de 2011

28/08/2011 - 22º domingo Tiempo ordinario (A)

Inicio ..... Ciclo A ..... Ciclo B ..... Ciclo C ..... Euskera

28 de agosto de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

No te pierdas:
- Jesús de Nazaret hoy

22º domingo Tiempo ordinario(A)

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EVANGELIO

El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 21-27

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
-«¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
-«Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
-«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?
¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»

Palabra de Dios.

HOMILIA

2010-2011 -
28 de agosto de 2011


DETRÁS DE JESÚS

Jesús pasó algún tiempo recorriendo las aldeas de Galilea. Allí vivió los mejores momentos de su vida. La gente sencilla se conmovía ante su mensaje de un Dios bueno y perdonador. Los pobres se sentían defendidos. Los enfermos y desvalidos agradecían a Dios su poder de curar y aliviar su sufrimiento. Sin embargo no se quedó para siempre entre aquellas gentes que lo querían tanto.
Explicó a sus discípulos su decisión: «tenía que ir a Jerusalén», era necesario anunciar la Buena Noticia de Dios y su proyecto de un mundo más justo, en el centro mismo de la religión judía. Era peligroso. Sabía que «allí iba a padecer mucho». Los dirigentes religiosos y las autoridades del templo lo iban a ejecutar. Confiaba en el Padre: «resucitaría al tercer día».
Pedro se rebela ante lo que está oyendo. Le horroriza imaginar a Jesús clavado en una cruz. Sólo piensa en un Mesías triunfante. A Jesús todo le tiene que salir bien. Por eso, lo toma aparte y se pone a reprenderle: «No lo permita Dios, Señor. Eso no puede pasarte».
Jesús reacciona con una dureza inesperada. Este Pedro le resulta desconocido y extraño. No es el que poco antes lo ha reconocido como "Hijo del Dios vivo". Es muy peligroso lo que está insinuando. Por eso lo rechaza con toda su energía: «Apártate de mí Satanás». El texto dice literalmente: «Ponte detrás de mí». Ocupa tu lugar de discípulo y aprende a seguirme. No te pongas delante de mí desviándonos a todos de la voluntad del Padre.
Jesús quiere dejar las cosas muy claras. Ya no llama a Pedro «piedra» sobre la que edificará su Iglesia; ahora lo llama «piedra» que me hace tropezar y me obstaculiza el camino. Ya no le dice que habla así porque el Padre se lo ha revelado; le hace ver que su planteamiento viene de Satanás.
La gran tentación de los cristianos es siempre imitar a Pedro: confesar solemnemente a Jesús como "Hijo del Dios vivo" y luego pretender seguirle sin cargar con la cruz. Vivir el Evangelio sin renuncia ni coste alguno. Colaborar en el proyecto del reino de Dios y su justicia sin sentir el rechazo o la persecución. Queremos seguir a Jesús sin que nos pase lo que a él le pasó.
No es posible. Seguir los pasos de Jesús siempre es peligroso. Quien se decide a ir detrás de él, termina casi siempre envuelto en tensiones y conflictos. Será difícil que conozca la tranquilidad. Sin haberlo buscado, se encontrará cargando con su cruz. Pero se encontrará también con su paz y su amor inconfundible. Los cristianos no podemos ir delante de Jesús sino detrás de él.

José Antonio Pagola

HOMILIA

2007-2008 - RECREADOS POR JESÚS
31 de agosto de 2008


LO QUE TUVO QUE OÍR PEDRO

Quítate de mi vista, Satanás.

La aparición de Jesús provocó en los pueblos de Galilea sorpresa, admiración y entusiasmo. Los discípulos soñaban con el éxito total. Jesús, por el contrario, sólo pensaba en la voluntad del Padre. Quería cumplirla hasta el final.
Por eso empezó a explicar a sus discípulos lo que le esperaba. Su intención era subir a Jerusalén a pesar de que allí iba a «sufrir mucho» precisamente «por parte de» los dirigentes religiosos. Su muerte entraba en los designios de Dios como consecuencia inevitable de su actuación. Pero el Padre lo iba a resucitar. No se quedaría pasivo e indiferente…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2004-2005 – AL ESTILO DE JESÚS
28 de agosto de 2005


ARRIESGARLO TODO

El que la pierda por mí, la encontrará.

No es fácil asomarse al mundo interior de Jesús, pero en su corazón podemos intuir una doble experiencia: su identificación con los últimos y su confianza total en el Padre. Por una parte, sufría con la miseria, injusticia, desgracias y enfermedades que hacen sufrir tanto. Por otra, confiaba totalmente en ese Dios Padre que nada quiere más que arrancar de la vida lo que es malo y hace sufrir a sus hijos.
Jesús estaba dispuesto a todo por hacer realidad el deseo de Dios y por ver cuanto antes un mundo diferente: el mundo que quería el Padre. Y, como es natural, quería ver entre sus seguidores la misma actitud. Si seguían sus pasos, debían compartir su pasión por Dios y su disponibilidad total al servicio de su reino. Quería encender en ellos el fuego que llevaba dentro…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2001-2002 – CON FUEGO
1 de septiembre de 2002


Título

(No se encuentra)

José Antonio Pagola

HOMILIA

1998-1999 – FUERZA PARA VIVIR
29 de agosto de 1999


¿FE CONGELADA?

...y me siga.

Creer en Dios no es algo estático, una manera de pensar o de sentir que se conserva congelada en algún rincón interior de la persona. La fe consiste en vivir confiando en Dios, y la vida es la vida; no se congela en ningún momento; está llamada a crecer y desarrollarse. Cuando se vive ante Dios, no es posible quedarse siempre en el mismo punto. El creyente busca siempre vivir con más hondura. Repiensa las decisiones pasadas y toma otras nuevas. Trata de vivir siempre con más coherencia y dignidad. Lucha, cae, se arrepiente, vuelve a empezar... pero no permanece inerte.
Por eso, ser cristiano no consiste sólo en evitar el pecado. En nuestras vidas siempre hay pecado porque hay arrogancia, egoísmo, orgullo, exclusión del otro, acaparamiento y muchas cosas más. El creyente no es perfecto, pero es de corazón inquieto. Su fe le lleva a reconocer su pecado para reaccionar, levantarse, reorientar su vida, crecer

José Antonio Pagola

HOMILIA

1995-1996 – SANAR LA VIDA
1 de septiembre de 1996


LA CRUZ ES OTRA COSA

Que cargue su cruz y me siga.

Es difícil no sentir desconcierto y malestar al escuchar una vez más las palabras de Jesús: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. » Entendemos muy bien la reacción de Pedro que, al oír a Jesús hablar de rechazo y sufrimiento «se lo lleva aparte y se pone a increparlo». Dice el teólogo mártir D. Bonhoffer que esta reacción de Pedro «prueba que, desde el principio, la Iglesia se ha escandalizado del Cristo sufriente. No quiere que su Señor le imponga la ley del sufrimiento.»
Este escándalo puede hacerse hoy insoportable para los que vivimos en lo que Kolakowsky llama «la cultura de analgésicos», esa sociedad obsesionada por eliminar el sufrimiento y malestar por medio de toda clase de drogas, narcóticos y evasiones…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1992-1993 – CON HORIZONTE
29 de agosto de 1993


CON DISCRECION

Que cargue con su cruz y me siga.

No es fácil hablar del sufrimiento. Siempre recordaré las palabras de aquel Arzobispo de París, cardenal Veuillot, que, en medio de los agudos sufrimientos de un cáncer en fase terminal, decía así: «Nosotros sabemos decir frases hermosas sobre el sufrimiento. Yo mismo he hablado de ello con calor. Decid a los sacerdotes que no digan nada. Nosotros ignoramos lo que es sufrir, y yo ahora lloro sufriendo.»
Los que han sufrido o sufren intensamente, conocen la verdad que encierran estas palabras. Los demás hemos de escucharlas con atención, para que nuestra reflexión sea humilde y discreta. Ante el misterio del sufrimiento poco podemos hacer si no es estar cerca de quien sufre….

José Antonio Pagola

HOMILIA

1989-1990 – NUNCA ES TARDE
2 de septiembre de 1990


ANTE EL SUFRIMIENTO

Que cargue su cruz y me siga.

Pocos aspectos del mensaje evangélico han sido tan distorsionados y desfigurados como la llamada de Jesús a «tomar la cruz». De ahí que no pocos cristianos tengan ideas bastante confusas sobre la actitud cristiana a adoptar ante el sufrimiento.
Recordemos algunos datos que no hemos de ignorar si queremos seguir al Crucificado con mayor fidelidad.
En Jesús no encontramos ese sufrimiento que hay tantas veces en nosotros, generado por nuestro propio pecado o nuestra manera desacertada de vivir. Jesús no ha conocido los sufrimientos que nacen de la envidia, el resentimiento, el vacío interior o el apego egoísta a las cosas y a las personas…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1986-1987 – CONSTRUIR SOBRE LA ROCA
30 de agosto de 1987


SUFRIR

Que cargue con su cruz y me siga.

Querámoslo o no, el sufrimiento está incrustado en el interior mismo de nuestra experiencia humana y sería una ingenuidad tratar de soslayarlo.
A veces, es el dolor físico que sacude nuestro organismo. Otras, el sufrimiento moral, la muerte del ser querido, la amistad rota, el conflicto, la inseguridad, el miedo o la depresión.
El sufrimiento intenso e inesperado que pronto pasará o la situación penosa que se prolonga consumiendo nuestro ser y destruyendo nuestra alegría de vivir.
A lo largo de la historia, han sido muy diversas las posturas que el hombre ha adoptado ante el mal…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1983-1984 – BUENAS NOTICIAS
2 de septiembre de 1984


ESTROPEAR LA VIDA

¿De qué le sirve ganar el mundo entero...?

Casi sin darnos cuenta, hemos construido una sociedad donde lo importante es «obtenerlo todo y ahora mismo».
Una educación excesivamente permisiva, una falta casi total de autodisciplina, un ambiente social lleno de estímulos que nos empujan sólo a ganar, gozar, gastar y disfrutar, el miedo a no vivir intensamente, el temor a aparecer como fracasados y reprimidos… nos está llevando a un estilo de vida donde la renuncia no tiene ya lugar alguno.
Pero comenzamos a constatar que no es ése el camino acertado para vivir en plenitud…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1980-1981 – APRENDER A VIVIR
30 de agosto de 1981


RENUNCIAR

...que se niegue a si mismo.

Alguien ha señalado como uno de los rasgos más característicos de la sociedad occidental la incapacidad para el sufrimiento y la renuncia.
Nuestra civilización del confort y la comodidad no quiere oír ni entender que no puede construirse un verdadero hombre sin renuncia y ascesis. No quiere saber que una sociedad incapaz de «renunciar» es una sociedad que avanza hacia su propia descomposición.
D. Sölle se pregunta «qué será de una sociedad que evita cómodamente determinadas formas de sufrimiento». Y nos recuerda todo un conjunto de hechos cada vez más frecuentes entre nosotros…

José Antonio Pagola

HOMILIA

CONTRA LA MUERTE DEL ESPÍRITU

Es un Manifiesto diferente. Lo lanzaron hace unos años el escritor colombiano, Álvaro Mutis, premio Cervantes y el editor Javier Ruiz Portella. No está redactado para denunciar políticas, repudiar injusticias económicas o protestar contra actividades sociales específicas. Su voz quiere alertar sobre algo más profundo y más grave: el riesgo de que quede aniquilada la vida del espíritu.
Según el Manifiesto, una «profunda pérdida de sentido conmueve a la sociedad contemporánea». Todo se ha reducido a «preservar y mejorar la vida material». Muchos viven sólo para trabajar, producir, consumir y divertirse. El fondo del problema está en que el hombre se ha proclamado no sólo «dueño de la naturaleza», sino también «dueño y señor del sentido»…

José Antonio Pagola

lunes, 15 de agosto de 2011

21/08/2011 - 21º domingo Tiempo ordinario (A)

Inicio ..... Ciclo A ..... Ciclo B ..... Ciclo C ..... Euskera

21 de agosto de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

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21º domingo Tiempo ordinario(A)

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EVANGELIO

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-20

Tu eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremias o uno de los profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió:
-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra de Dios.

HOMILIA

2010-2011 -
21 de agosto de 2011


NUESTRO ÚNICO SEÑOR

"¿Quién decís que soy yo?". Lo mismo que los primeros discípulos, también los cristianos de hoy hemos de responder a Jesús para recordar de quién nos hemos fiado, a quién estamos siguiendo y qué podemos esperar de él. También nosotros vivimos animados por la misma fe.
Jesús, tú eres el Hijo de Dios vivo. Creemos que vienes de Dios. Tú nos puedes acercar como nadie a su Misterio. De ti podemos aprender a confiar siempre en él, a pesar de los interrogantes, dudas e incertidumbres que nacen en nuestro corazón. ¿Quién reavivará nuestra fe en un Dios Amigo si no eres tú? En medio de la noche que cae sobre tus seguidores, muéstranos al Padre.
Jesús, tú eres el Mesías, el gran regalo del Padre al mundo entero. Tú eres lo mejor que tenemos tus seguidores, lo más valioso y atractivo. ¿Por qué se apaga la alegría en tu Iglesia? ¿Por qué no acogemos, disfrutamos y celebramos tu presencia buena en medio de nosotros? Jesús, sálvanos de la tristeza y contágianos tu alegría.
Jesús, tú eres nuestro Salvador. Tú tienes fuerza para sanar nuestra vida y encaminar la historia humana hacia su salvación definitiva. Señor, la Iglesia que tú amas está enferma. Es débil y ha envejecido. Nos faltan fuerzas para caminar hacia el futuro anunciando con vigor tu Buena Noticia. Jesús, si tú quieres, puedes curarnos.
Jesús, tú eres la Palabra de Dios hecha carne. El gran Indignado que ha acampado entre nosotros para denunciar nuestro pecado y poner en marcha la renovación radical que necesitamos. Sacude la conciencia de tus seguidores. Despiértanos de una religión que nos tranquiliza y adormece. Recuérdanos nuestra vocación primera y envíanos de nuevo a anunciar tu reino y curar la vida.
Jesús, tú eres nuestro único Señor. No queremos sustituirte con nadie. La Iglesia es sólo tuya. No queremos otros señores. ¿Por qué no ocupas siempre el centro de nuestras comunidades? ¿Por qué te suplantamos con nuestro protagonismo? ¿Por qué ocultamos tu evangelio? ¿Por qué seguimos tan sordos a tus palabras si son espíritu y vida? Jesús, ¿a quién vamos a ir? Tú sólo tienes palabras de vida eterna.
Jesús, tú eres nuestro Amigo. Así nos llamas tú, aunque casi lo hemos olvidado. Tú has querido que tu Iglesia sea una comunidad de amigos y amigas. Nos has regalado tu amistad. Nos has dejado tu paz. Nos la has dado para siempre. Tú estás con nosotros hasta el final. ¿Por qué tanta discordia, recelo y enfrentamientos entre tus seguidores? Jesús, danos hoy tu paz. Nosotros no la sabemos encontrar.

José Antonio Pagola

HOMILIA

2007-2008 - RECREADOS POR JESÚS
24 de agosto de 2008


CONFESAR CON LA VIDA

¿Quién decís que soy yo?

¿Quién decís que soy yo? Todos los evangelistas sinópticos recogen esta pregunta dirigida por Jesús a sus discípulos en la región de Cesarea de Felipe. Para los primeros cristianos era muy importante recordar una y otra vez a quién estaban siguiendo, cómo estaban colaborando en su proyecto y por quién estaban arriesgando su vida.
Cuando nosotros escucharnos hoy esta pregunta, tendemos a pronunciar las fórmulas que ha ido acuñando el cristianismo a lo largo de los siglos: Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, el Salvador del mundo, el Redentor de la humanidad... ¿Basta pronunciar estas palabras para convertirnos en «seguidores» de Jesús?...

José Antonio Pagola

HOMILIA

2004-2005 – AL ESTILO DE JESÚS
21 de agosto de 2005


¿QUÉ MISTERIO SE ENCIERRA EN ÉL?

¿Quién decís que soy yo?

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Cada uno ha de responder. No basta seguir repitiendo fórmulas y tópicos sobre Jesús. Es necesario un esfuerzo por intuir cada vez mejor qué misterio se encierra en este hombre en el que los creyentes descubrimos como en ninguna otra parte el rostro vivo de Dios. Voy a señalar algunos aspectos que destacan hoy investigadores y especialistas sobre Jesús.
Jesús fue un profeta que comunicó a las gentes una experiencia única y original de Dios, sin desfigurarla con los miedos, ambiciones y fantasmas que las religiones suelen proyectar de ordinario sobre la divinidad…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2001-2002 – CON FUEGO
25 de agosto de 2002


Título

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José Antonio Pagola

HOMILIA

1998-1999 – FUERZA PARA VIVIR
22 de agosto de 1999


ENCONTRARSE CON ALGUIEN

¿ Quién decís que soy yo?

Los cristianos hemos olvidado con demasiada frecuencia que la fe no consiste en creer algo, sino en creer en Alguien. No se trata de adherirnos fielmente a un credo y, mucho menos, de aceptar ciegamente «un conjunto extraño de doctrinas», sino de encontramos con Alguien vivo que da sentido radical a nuestra existencia.
Lo verdaderamente decisivo es encontrarse con la persona de Jesucristo y descubrir, por experiencia personal, que es el único que puede responder de manera plena a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades más últimas…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1995-1996 – SANAR LA VIDA
25 de agosto de 1996


DICHOSO

Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo

Con frecuencia pensamos que seremos más felices el día en que cambie el entorno que nos rodea, cuando las personas nos traten mejor o cuando nos sucedan cosas buenas. En el fondo buscamos que la vida se adapte a nuestros deseos. Creemos que entonces seremos felices.
Sin embargo, hay una pregunta que no podemos ni debemos eludir. Para conocer la felicidad, ¿tiene que suceder algo fuera de mí, o justamente dentro de mí mismo?, ¿tienen que cambiar los demás, o tengo que cambiar yo?, ¿ha de mejorar el mundo que me rodea, o he de transformarme yo?...

José Antonio Pagola

HOMILIA

1992-1993 – CON HORIZONTE
22 de agosto de 1993


CUESTION DE FONDO

¿Quién decís que soy yo?

La pregunta de Jesús a sus discípulos: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?», no es sólo una pregunta dirigida por el Maestro a sus primeros seguidores. Es la cuestión fundamental a la que hemos de responder siempre los que nos confesamos cristianos.
Nuestra primera reacción puede ser encontrar rápidamente una respuesta doctrinal y confesar de manera rutinaria que Jesús es el «Hijo de Dios encarnado», el «Redentor» del mundo, el «Salvador» de la humanidad. Títulos todos ellos muy solemnes y ortodoxos, sin duda, pero que pueden ser pronunciados sin contenido vital alguno…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1989-1990 – NUNCA ES TARDE
26 de agosto de 1990


LA IGLESIA DE JESUCRISTO

Edificaré mi Iglesia

Todos los sondeos y estadísticas muestran de manera palpable que el mensaje de la Iglesia va perdiendo progresivamente su influencia en la sociedad occidental. El hombre contemporáneo escucha otros «evangelios» y atiende a otros «profetas».
Son muchos los que critican fuertemente la historia concreta del cristianismo y echan en cara a la Iglesia graves traiciones. Ha llegado el momento en el que los papeles se han invertido, y ya no es la Iglesia la que juzga al mundo, sino éste el que juzga a la Iglesia.
El hombre actual, terriblemente práctico y crítico, observa el cristianismo y no constata, al parecer, nada especial. Lo mismo que en el mundo, ve también en la Iglesia hombres y mujeres vacíos, superficiales, hipócritas o sin esperanza…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1986-1987 – CONSTRUIR SOBRE LA ROCA
23 de agosto de 1987


A LA ESCUCHA DE OTRO

Te lo ha revelado mi Padre

Para crecer en fe no basta leer libros sobre temas religiosos ni escuchar las palabras y discursos que pronuncian otros creyentes, aunque éstos sean eclesiásticos de prestigio.
Lo importante es saber escuchar como Pedro lo que nos revela interiormente no alguien de carne y hueso, sino el Padre que está en el cielo y en el fondo de nosotros mismos.
Escuchar a Dios siempre es un don, algo que se nos regala gratuitamente pero, al mismo tiempo, es algo que ha de ser recibido y preparado por nosotros…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1983-1984 – BUENAS NOTICIAS
26 de agosto de 1984


¿QUIEN ES PARA NOSOTROS?

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

No es fácil intentar responder con sinceridad a la pregunta de Jesús: «quién decís que soy yo?».
En realidad, ¿quién es Jesús para nosotros? Su persona nos llega a través de veinte siglos de imágenes, fórmulas, ideologizaciones, experiencias, interpretaciones culturales.., que van desvelando y velando al mismo tiempo su riqueza insondable.
Pero, además, cada uno de nosotros vamos revistiendo a Jesús de lo que nosotros somos. Y proyectamos en él nuestros deseos, aspiraciones, intereses y limitaciones. Y casi sin darnos cuenta, lo empequeñecemos y desfiguramos incluso cuando tratamos de exaltarlo…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1980-1981 – APRENDER A VIVIR
23 de agosto de 1981


NUESTRA IMAGEN DE CRISTO

¿Quién decís que soy yo?

La pregunta decisiva de Jesús: «Quién decís que soy yo? » sigue pidiendo todavía una respuesta entre los creyentes de nuestro tiempo.
No todos tenemos la misma imagen de Jesús. Y esto, no sólo por d carácter inagotable de su personalidad, sino, sobre todo, porque cada uno de nosotros vamos elaborando nuestra imagen de Jesús a partir de nuestros propios intereses y preocupaciones, condicionados por nuestra sicología personal y e1 medio social al que pertenecemos, y marcados de manera decisiva por la formación religiosa que hemos recibido…

José Antonio Pagola

lunes, 8 de agosto de 2011

14/08/2011 - La Asunción de la Virgen María (A)

Inicio ..... Ciclo A ..... Ciclo B ..... Ciclo C ..... Euskera

15 de agosto de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

No te pierdas:
- Jesús de Nazaret hoy

La Asunción de la Virgen María(A)

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EVANGELIO

El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes.

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,39-56

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludo a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia para siempre." María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra de Dios.

HOMILIA

MADRE DE LA ESPERANZA

Ha mirado la humillación de su esclava.

Hoy es fiesta grande para los creyentes. Una fiesta que no es sino el eco del anuncio pascual: Cristo ha resucitado.
También María ha sido resucitada por Dios. Aquella mujer que supo acoger como nadie la salvación que se le ofrecía en su propio Hijo, ha alcanzado ya la vida definitiva.
La que supo sufrir junto a la cruz la injusticia y el dolor de perder a su Hijo, comparte hoy su vida gloriosa de resucitado y nos invita a caminar por la vida con esperanza.
Porque, antes que nada, la asunción de María es una fiesta que confirma nuestra esperanza cristiana: hay salvación para el hombre. Hay una vida definitiva que se ha cumplido ya en Cristo y que se le ha regalado ya a María en plenitud. Hay resurrección.
María es la Madre de nuestra esperanza. Ella es «la perfectamente redimida» (K. Rahner). En ella se ha realizado ya de manera eminente y plena lo que esperamos un día vivir también nosotros.
Pero María es sobre todo Madre de esperanza para los más po bres y los más crucificados de este mundo. Si María es grande y bienaventurada para siempre es porque Dios es el Dios de los pobres.
María se alegra de que Dios sea así. El Dios de los pobres y los humillados. El que ha sabido mirar la humillación y bajeza de su esclava. El que no se ha detenido ante Popea o Cleopatra, sino que ha fijado su mirada en una pobre campesina sin aureola, cultura ni riquezas.
Al cantar hoy el Magnificat, recordemos quién es el Dios que ha glorificado a María y en el que ella ha puesto todo su gozo y su esperanza.
No es el Dios neutral e indiferente en el que, con frecuencia, nosotros pensamos. Es el Dios de los pobres. «El que derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; el que coima de bienes a los hambrientos, y a los ricos despide con las manos va cías».
Estas palabras, como dice J. L. González Faus, «no son palabras de ningún profeta agresivo ni de ningún guerrillero violento, sino que han brotado de la ternura, la limpieza y el gozo que caben en el corazón de M .ría; ese corazón que había guardado la memoria y el gozo de Jesús, quien bendecía al Padre porque ha ocultado su reino a los aristócratas de la tierra y lo ha revelado a los poca cosa».

José Antonio Pagola

domingo, 7 de agosto de 2011

14/08/2011 - 20º domingo Tiempo ordinario (A)

Inicio ..... Ciclo A ..... Ciclo B ..... Ciclo C ..... Euskera

14 de agosto de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

No te pierdas:
- Jesús de Nazaret hoy

20º domingo Tiempo ordinario (A)

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EVANGELIO

Mujer, qué grande es tu fe

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
-«Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:
-«Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó:
-«Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió:
-«Señor, socórreme.»
Él le contestó:
-«No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso:
-«Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió:
-«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra de Dios

HOMILIA

2010-2011 -
14 de agosto de 2011


JESÚS ES PARA TODOS

La escena es sorprendente. Una mujer pagana sale gritando al encuentro de Jesús. Es una madre de fuerte personalidad que reclama compasión para su hija enferma, pues está segura de que Dios quiere una vida digna para todos sus hijos e hijas, aunque sean paganos, aunque sean mujeres.
Su petición es directa: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija está atormentada por un demonio». Sin embargo, su grito cae en el vacío: Jesús guarda un silencio difícil de explicar. ¿No se conmueve su corazón ante la desgracia de aquella madre sola y desamparada?
La tensión se hace más insoportable cuando Jesús rompe su silencio para negarse rotundamente a escuchar a la mujer. Su negativa es firme y brota de su deseo de ser fiel a la misión recibida de su Padre: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
La mujer no se desalienta. Apresura el paso, alcanza al grupo, se postra ante Jesús y, desde el suelo, repite su petición: «Señor, socórreme». En su grito está resonando el dolor de tantos hombres y mujeres que no pertenecen al grupo de aquel Sanador, y sufren una vida indigna. ¿Han de quedar excluidos de su compasión?
Jesús se reafirma en su negativa: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos». La mujer no se rinde ante la frialdad escalofriante de Jesús. No le discute, acepta su dura imagen, pero extrae una consecuencia que Jesús no ha tenido en cuenta: «Tienes razón, Señor; pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de los amos». En la mesa de Dios hay pan para todos.
Jesús reacciona sorprendido. Escuchando hasta el fondo el deseo de esta pagana, ha comprendido que lo que pide es exactamente lo que quiere Dios: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». El amor de Dios a los que sufren no conoce fronteras, ni sabe de creyentes o paganos. Atender a esta mujer no le aleja de la voluntad del Padre sino que le descubre su verdadero alcance.
Los cristianos hemos de aprender hoy a convivir con agnósticos, indiferentes o paganos. No son adversarios a apartar de nuestro camino. Si escuchamos su sufrimiento, descubriremos que son seres frágiles y vulnerables que buscan, como nosotros, un poco de luz y de aliento para vivir.
Jesús no es propiedad de los cristianos. Su luz y su fuerza sanadora son para todos. Es un error encerrarnos en nuestros grupos y comunidades, apartando, excluyendo o condenando a quienes no son de los nuestros. Sólo cumplimos la voluntad del Padre cuando vivimos abiertos a todo ser humano que sufre y gime pidiendo compasión.

José Antonio Pagola

HOMILIA

2007-2008 - RECREADOS POR JESÚS
17 de agosto de 2008


EL GRITO DE LA MUJER

Se puso a gritarle.

Cuando, en los años ochenta, Mateo escribe su evangelio, la Iglesia tiene planteada una grave cuestión: ¿Qué han de hacer los seguidores de Jesús? ¿Encerrarse en el marco del pueblo judío o abrirse también a los paganos?
Jesús sólo había actuado dentro de las fronteras de Israel. Ejecutado rápidamente por los dirigentes del templo, no había podido hacer nada más. Sin embargo, rastreando en su vida, los discípulos recordaron dos cosas muy iluminadoras. Primero, Jesús era capaz de descubrir entre los paganos una fe más grande que entre sus propios seguidores. Segundo, Jesús no había reservado su compasión sólo para los judíos. El Dios de la compasión es de todos…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2004-2005 – AL ESTILO DE JESÚS
14 de agosto de 2005


ALIVIAR EL SUFRIMIENTO

Que se cumpla lo que deseas.

Jesús vivía muy atento a la vida. Es ahí donde descubría la voluntad de Dios. Miraba con hondura la creación y captaba el misterio del Padre que lo invitaba a cuidar con ternura a los seres más pequeños. Abría su corazón al sufrimiento de la gente y escuchaba la voz de Dios que lo llamaba a aliviar su dolor.
Los evangelios nos han conservado el recuerdo de un encuentro que tuvo Jesús con una mujer pagana en la región de Tiro y Sidón. El relato es sorprendente y nos descubre cómo aprendía Jesús el camino concreto para ser fiel a Dios…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2001-2002 – CON FUEGO
18 de agosto de 2002


Título

(No se encuentra)

José Antonio Pagola

HOMILIA

1998-1999 – FUERZA PARA VIVIR
15 de agosto de 1999 (Se celebró la asunción de María.)


¿PARA QUÉ PEDIR?

Mujer, qué grande es tu fe...

Nos hemos acostumbrado a dirigir nuestras peticiones a Dios de manera tan superficial e interesada que probablemente hemos de aprender de nuevo el sentido y la grandeza de la súplica cristiana. L. Boros señala algunas dificultades que hacen casi imposible la súplica y contra las que tenemos que luchar decididamente.
A algunos les parece indigno rebajarse a pedir nada. El hombre es responsable de sí mismo y de su historia. Pero, aun siendo esto verdad, también lo es el que los hombres vivimos de la gracia. Y reconocerlo significa enraizamos en nuestra propia verdad…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1995-1996 – SANAR LA VIDA
18 de agosto de 1996


AL RITMO DE CADA DÍA

Ten compasión de mí.

Son muchos los creyentes que han perdido casi totalmente la costumbre de orar. Recuerdan, quizás, oraciones que hacían de niños, pero hoy no aciertan a dirigirse a Dios. Desearían, tal vez, volver a comunicarse con él, pero no saben por dónde empezar.
Seamos realistas. ¿Cómo puede orar un hombre o mujer sometido al ritmo ordinario de la vida moderna? ¿Qué pasos puede dar? Yo sugiero comenzar por recuperar de forma sencilla la oración de la mañana y de la noche…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1992-1993 – CON HORIZONTE
15 de agosto de 1993 (Se celebró la asunción de María.)


¿FRONTERAS O PUENTES?

Mujer, qué grande es tu fe.

Hace unos años la Iglesia dividía sencillamente a las gentes en dos clases: aquellos que, habiendo recibido el bautismo, pertenecían inequívocamente a ella, y los que, al no estar bautizados, estaban fuera. Hoy no es así. El hecho de estar bautizado no significa ya que la persona sea miembro real de la Iglesia o que se sienta cristiana.
En nuestros días, no es tan sencillo trazar unas fronteras precisas para saber quiénes pertenecen a la Iglesia y quiénes no. Bastantes bautizados siguen creyendo en «algo» sin que sea fácil determinar la distancia que hay entre la «fe oficial» de la Iglesia y lo que esas personas creen en su corazón. Algunos dicen pertenecer todavía a ella porque están registrados en el libro de bautismos, pero su fe real ha quedado reducida a algo muy difuso…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1989-1990 – NUNCA ES TARDE
19 de agosto de 1990


PEDIR CON FE

Mujer, qué grande es tu fe.

La oración de petición ha sido objeto de una intensa crítica a lo largo de estos años. El hombre ilustrado cié la época moderna se avergüenza de adoptar una actitud de súplica ante Dios, pues sabe que Dios no va a alterar el curso natural de los acontecimientos para atender sus deseos.
La naturaleza es «una máquina» que funciona según unas leyes naturales, y el hombre es el único ser que puede actuar y transformar, y sólo en parte, el mundo y la historia, con su intervención…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1986-1987 – CONSTRUIR SOBRE LA ROCA
16 de agosto de 1987

LA PETICION

Lepidi6 de rodillas...

Sorprende ver que Jesús alabe la grandeza de fe de una madre sólo porque pide insistentemente la curación de su hija.
Esta mujer no hace ningún gesto extraordinario. No vive una experiencia religiosa privilegiada. Sencillamente acude a Jesús porque desea ver curada a esa hija que tanto quiere. ¿Qué grandeza puede haber en su petición?
Estos últimos años se ha despertado en algunos cristianos todo género de reservas y sospechas ante la oración de petición como una actitud religiosa que puede encerrar un larvado egoísmo y una evasión que aleja del compromiso…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1983-1984 – BUENAS NOTICIAS
19 de agosto de 1984


SUPLICAR CON FE

Mujer, qué grande es tu fe...

Nos hemos acostumbrado a dirigir nuestras peticiones a Dios de manera tan superficial e interesada que probablemente hemos de aprender de nuevo el sentido y la grandeza de la súplica cristiana.
L. Boros señala algunas dificultades que hacen imposible la súplica y contra las que tenemos que luchar decididamente.
A algunos les parece indigno rebajarse a pedir nada. El hombre es responsable de sí mismo y de su historia. Pero, aun siendo esto verdad, también lo es el que los hombres vivimos de la gracia. Y reconocerlo significa enraizamos en nuestra propia verdad…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1980-1981 – APRENDER A VIVIR
16 de agosto de 1981


UNA FE GRANDE

Mujer, ¡qué grande es tu fe!

Qué tentador resulta en una época como la nuestra el medir la grandeza o pequeñez de una vida desde el éxito o los logros conseguidos.
Condicionados por una cultura que casi sólo piensa en el rendimiento y la producción, apenas somos capaces de emplear otros criterios para valorar a la persona si no es su actividad y eficacia.
No es extraño que, a la hora de evaluar la calidad de la fe, busquemos inmediatamente la eficacia transformadora y el compromiso práctico que esa fe es capaz de generar en nuestra sociedad…

José Antonio Pagola

lunes, 1 de agosto de 2011

07/08/2011 - 19º domingo Tiempo ordinario (A)

Inicio ..... Ciclo A ..... Ciclo B ..... Ciclo C ..... Euskera

7 de agosto de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

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- Jesús de Nazaret hoy

19º domingo Tiempo ordinario (A)

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EVANGELIO

Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 22-33

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida:
-«¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó:
-«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo:
-«Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
-«Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
-«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo:
-«Realmente eres Hijo de Dios.»

Palabra del Señor.

HOMILIA

2010-2011 -
7 de agosto de 2011


Miedo a Jesús

Mateo ha recogido el recuerdo de una tempestad vivida por los discípulos en el mar de Galilea para invitar a sus lectores a escuchar, en medio de las crisis y conflictos que se viven en las comunidades cristianas, la llamada apremiante de Jesús a confiar en él. El relato describe de manera gráfica la situación. La barca está literalmente «atormentada por las olas», en medio de una noche cerrada y muy lejos de tierra. Lo peor es ese «viento contrario» que les impide avanzar. Hay algo, sin embargo, más grave: los discípulos están solos; no está Jesús en la barca.
Cuando se les acerca caminando sobre las aguas, los discípulos no lo reconocen y, aterrados, comienzan a gritar llenos de miedo. El evangelista tiene buen cuidado en señalar que su miedo no está provocado por la tempestad, sino por su incapacidad para descubrir la presencia de Jesús en medio de aquella noche horrible.
La Iglesia puede atravesar situaciones muy críticas y oscuras a lo largo de la historia, pero su verdadero drama comienza cuando su corazón es incapaz de reconocer la presencia salvadora de Jesús en medio de la crisis, y de escuchar su grito: «iAnimo, soy yo, no tengáis miedo!».
La reacción de Pedro es admirable: «Si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua». La crisis es el momento privilegiado para hacer la experiencia de la fuerza salvadora de Jesús. El tiempo privilegiado para sustentar la fe no sobre tradiciones humanas, apoyos sociales o devociones piadosas, sino sobre la adhesión vital a Jesús, el Hijo de Dios.
El narrador resume la respuesta de Jesús en una sola palabra: «Ven». No se habla aquí de la llamada a ser discípulos de Jesús. Es una llamada diferente y original, que hemos de escuchar todos en tiempos de tempestad: el sucesor de Pedro y los que estamos en la barca, zarandeados por las olas. La llamada a «caminar hacia Jesús», sin asustarnos por «el viento contrario», sino dejándonos guiar por su Espíritu favorable.
El verdadero problema de la Iglesia no es la secularización progresiva de la sociedad moderna, ni el final de la "sociedad de cristiandad" en la que se ha sustentado durante siglos, sino nuestro miedo secreto a fundamentar la fe sólo en la verdad de Jesucristo.
No nos atrevemos a escuchar los signos de estos tiempos a la luz del Evangelio, pues no estamos dispuestos a escuchar ninguna llamada a renovar nuestra manera de entender y de vivir nuestro seguimiento a Jesús. Sin embargo, también hoy es él nuestra única esperanza. Donde comienza el miedo a Jesús termina nuestra fe.

José Antonio Pagola

HOMILIA

2007-2008 - RECREADOS POR JESÚS
10 de agosto de 2008


A LA IGLESIA LE HA ENTRADO MIEDO

No tengáis miedo.

Seguramente, aprovechando los momentos difíciles de sus idas y venidas por el lago de Galilea, Jesús educaba a sus discípulos para enfrentarse a tempestades futuras más peligrosas. Mateo «trabaja» ahora uno de estos episodios para ayudar a las comunidades cristianas a liberarse de sus «miedos» y de su «poca fe».
Los discípulos están solos. Esta vez no los acompaña Jesús. Su barca está «muy lejos de tierra», a mucha distancia de él, y un «viento contrario» les impide volver. Solos en medio de la tempestad, ¿qué pueden hacer sin Jesús? …

José Antonio Pagola

HOMILIA

2004-2005 – AL ESTILO DE JESÚS
7 de agosto de 2005


EN MEDIO DE LA CRISIS

Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.

No eran tiempos fáciles para la joven comunidad judeocristiana donde Mateo escribía su evangelio. Se había enfriado el entusiasmo de los primeros tiempos. Las tensiones con los judíos eran fuertes. Algunos encontraban el rechazo dentro de su propia familia. ¿Se hundiría la fe de aquellos creyentes?
Recogiendo un relato que encontró en Marcos y diversas tradiciones orales que corrían entre los cristianos, Mateo escribió una bella catequesis con un sólo objetivo: ayudar a los seguidores de Jesús a reafirmarse en su fe. Lo hizo con tal fuerza que todavía hoy nos puede reavivar por dentro…

José Antonio Pagola

HOMILIA

2001-2002 – CON FUEGO
11 de agosto de 2002


Título

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José Antonio Pagola

HOMILIA

1998-1999 – FUERZA PARA VIVIR
8 de agosto de 1999


SOBRE EL AGUA

Echó a andar sobre el agua.

Son muchos los creyentes que estos últimos años se han sentido a la intemperie y como desamparados en medio de una crisis y confusión general. Los pilares en los que tradicionalmente se apoyaba su fe se han visto sacudidos violentamente desde sus raíces. La autoridad de la Iglesia, la infalibilidad del Papa, el magisterio de los Obispos, ya no pueden sostenerlos en sus convicciones religiosas. Un lenguaje nuevo y desconcertante ha llegado hasta sus oídos creando un malestar y una confusión antes desconocidos. La «falta de acuerdo» en los mismos sacerdotes y hasta en los Obispos les ha sumido en el desconcierto.
Con mayor o menor sinceridad, son bastantes los que se preguntan: ¿Qué debemos creer? ¿A quién debemos escuchar? ¿Qué dogma hay que aceptar? ¿Qué moral hay que seguir? Y son muchos los que, al no poder responder a estas preguntas con la certeza de otros tiempos, tienen la sensación de estar «perdiendo la fe»…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1995-1996 – SANAR LA VIDA
11 de agosto de 1996


ORACIÓN DEL QUE DUDA

Señor, sálvame.

Dios está en el fondo de todo ser humano. Lo expresaba de forma espléndida el gran teólogo suizo H. von Balthasar: «El hombre es un ser con un misterio en su corazón que es mayor que él mismo.» Si es así, ¿por qué no lo captamos?, ¿por qué Dios se nos escapa y nos parece a veces tan lejano y desconocido? La mística francesa, Madeleine Deibrel, mujer seglar por cierto, se dirigía a Dios de esta forma tan curiosa: «Señor, si Tú estás en todas partes, ¿cómo es que yo me las arreglo para estar en otro sitio?» Dicho de otra manera, ¿por qué no se produce el encuentro?
Algunos rechazan de entrada la presencia de Dios en su vida. No sienten necesidad de nadie para resolver su existencia. Se bastan a sí mismos. No necesitan ninguna otra luz ni esperanza. Tienen bastante con lo que ellos se pueden proporcionar a sí mismos. Desde esta postura de autosuficiencia no es posible encontrarse con Dios…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1992-1993 – CON HORIZONTE
8 de agosto de 1993

MIEDOS

¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!

El miedo y la ansiedad son fenómenos universales. Tarde o temprano, todos nos vemos asaltados por miedos más o menos precisos y experimentamos en algún grado la ansiedad. Somos seres frágiles y en cualquier momento nos sentimos amenazados.
Las gentes suelen poner en marcha diversas estrategias para combatir el miedo. La huída es probablemente el medio más utilizado; ante el peligro real o imaginario, la persona se esfuerza por evitar la situación que le produce ansiedad. Otras veces se emplea la táctica de la distracción: olvidar el problema, tratar de centrar la atención en otros aspectos de la vida…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1989-1990 – NUNCA ES TARDE
12 de agosto de 1990


DUDAS DE FE

¿Por qué has dudado?

Hace todavía unos años, los cristianos hablaban de la incredulidad como de un asunto propio de ateos y descreídos, algo que merodeaba a nuestro alrededor, pero que a nosotros no nos rozaba de cerca.
Hoy no nos sentimos tan inmunizados. La increencia ya no es algo que afecta sólo a «los otros», sino una cuestión que el creyente se ha de plantear sobre su propia fe.
Antes que nada, hemos de recordar que la fe nunca es algo seguro, de lo que podemos disponer a capricho como de una posesión privada inamovible. La fe es un don de Dios que hemos de acoger y cuidar con fidelidad. Por eso, el peligro de perder la fe no viene tanto del exterior cuanto de nuestra actitud personal ante Dios…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1986-1987 – CONSTRUIR SOBRE LA ROCA
9 de agosto de 1987

MIEDO

Le entró miedo.

En contra de lo que a veces pensamos, no es malo el miedo que se despierta en nosotros cuando detectamos una situación de peligro o inseguridad.
En realidad es la señal de alarma que nos pone en guardia ante aquello que puede, de alguna manera, destruirnos.
Por eso no es superfluo estar atentos a los temores que se están desencadenando hoy en la conciencia del hombre moderno. Hace un año, Le Nouvel Observateur en una encuesta realizada en Francia sobre la angustia, hablaba de tres grandes miedos colectivos…

José Antonio Pagola

HOMILIA

1983-1984 – BUENAS NOTICIAS
12 de agosto de 1984


LAS DUDAS DEL CREYENTE

¿Por qué has dudado?

No es fácil responder con sinceridad a esa pregunta que Jesús hace a Pedro en el momento mismo en que lo salva de las aguas: ¿Por qué has dudado?».
A veces las más hondas convicciones se nos desvanecen y los ojos del alma se nos turban sin saber exactamente por qué. Principios aceptados hasta entonces como inconmovibles comienzan a tambalearse. Y se despierta en nosotros la tentación de abandonarlo todo sin reconstruir nada nuevo.
Otras veces, el misterio de Dios se nos hace agobiante y abrumador. La última palabra sobre mi vida se me escapa y es duro abandonarse al misterio. Mi razón sigue buscando insatisfecha una luz clara y- apodíctica que no encuentra ni podrá jamás encontrar..

José Antonio Pagola

HOMILIA

1980-1981 – APRENDER A VIVIR
9 de agosto de 1981


CAMINAR SOBRE EL AGUA

Echó a andar sobre el agua.

Son muchos los creyentes que estos últimos años se han sentido a la intemperie y cuya fe se ha visto como desamparada en medio de una crisis y confusión general.
Los pilares en los que tradicionalmente se apoyaba su fe se han visto sacudidos violentamente desde sus raíces. La autoridad de la Iglesia, la infalibilidad del Papa, el magisterio de los Obispos, ya no pueden sostenerlos en sus convicciones religiosas.
Un lenguaje nuevo y desconcertante ha llegado hasta sus oídos, creando un malestar y una confusión antes desconocidos…

José Antonio Pagola

06/08/2011 - La Transfiguración del Señor (A)

Inicio ..... Ciclo A ..... Ciclo B ..... Ciclo C ..... Euskera

6 de agosto de 2011

Homilias de José Antonio Pagola

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- Jesús de Nazaret hoy

La Transfiguración del Señor (A)


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EVANGELIO

Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que se iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
- Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
- Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Palabra de Dios.

HOMILIA

EXPERIENCIA NUEVA

Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle.

Para captar la verdadera identidad de Jesús, lo más decisivo no es estudiar, sino vivir una experiencia diferente: subir con él a lo alto de una montaña. Levantar el espíritu, mirar la vida desde un horizonte más elevado y no dejarnos arrastrar siempre por la rutina y la inercia que tiran de nosotros hacia abajo. Es lo primero que nos dice el relato de la «transfiguración de Jesús».
La escena es atractiva. Mientras Jesús «ora», el aspecto de su rostro cambia. Los discípulos que están orando con él, comienzan a verlo de otra manera. Es Jesús, su maestro querido de siempre, pero en su rostro comienzan a contemplar el destello de algo nuevo…

José Antonio Pagola

HOMILIA

ESCUCHAR SOLO A JESÚS

La escena es considerada tradicionalmente como "la transfiguración de Jesús". No es posible reconstruir con certeza la experiencia que dio origen a este sorprendente relato. Sólo sabemos que los evangelistas le dan gran importancia pues, según su relato, es una experiencia que deja entrever algo de la verdadera identidad de Jesús.
En un primer momento, el relato destaca la transformación de su rostro y, aunque vienen a conversar con él Moisés y Elías, tal vez como representantes de la ley y los profetas respectivamente, sólo el rostro de Jesús permanece transfigurado y resplandeciente en el centro de la escena…

José Antonio Pagola

HOMILIA

PERDIDOS

Uno de los datos más importantes del hombre contemporáneo es lo que los expertos llaman «pérdida de referentes». Todos lo podemos comprobar: la religión va perdiendo fuerza en las conciencias; se va diluyendo la moral tradicional; ya no se sabe a ciencia cierta quién puede poseer las claves que orienten la existencia.
Bastantes educadores no saben qué decir ni en nombre de quién hablar a sus alumnos acerca de la vida. Los padres no saben qué «herencia espiritual» dejar a sus hijos. La cultura se va transformando en modas sucesivas. Los valores del pasado interesan menos que la información de lo inmediato…

José Antonio Pagola

HOMILIA

¿DONDE ESCUCHAR LA BUENA NOTICIA?

Este es mi Hijo, el escogido. Escuchadlo.

Nos habíamos llegado a creer que el progreso científico y el desarrollo de la técnica iban a ofrecernos por fin la felicidad y el sosiego que anda buscando siempre nuestro corazón.
Hoy nos vemos obligados a abrir los ojos y reconocer que el progreso técnico ha sido fuente de bienestar y de elevación humana, pero que ha generado también dolorosas esclavitudes.
Las soluciones que hemos encontrado hasta ahora son «respuestas incompletas a las aspiraciones humanas». Poco a poco, se va extendiendo entre nosotros la oscura sensación de que el hombre no es capaz de salvarse radical y totalmente a sí mismo…

José Antonio Pagola