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26 de junio de 2011
Homilias de José Antonio Pagola
No te pierdas:
- Jesús de Nazaret hoy
El Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (A)
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EVANGELIO
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
-«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí:
-«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo:
-«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»
Palabra de Dios.
HOMILIA
2010-2011 -
26 de junio de 2011
Reavivar la memoria de Jesús
La crisis de la misa es, probablemente, el símbolo más expresivo de la crisis que se está viviendo en el cristianismo actual. Cada vez aparece con más evidencia que el cumplimiento fiel del ritual de la eucaristía, tal como ha quedado configurado a lo largo de los siglos, es insuficiente para alimentar el contacto vital con Cristo que necesita hoy la Iglesia. El alejamiento silencioso de tantos cristianos que abandonan la misa dominical, la ausencia generalizada de los jóvenes, incapaces de entender y gustar la celebración, las quejas y demandas de quienes siguen asistiendo con fidelidad ejemplar, nos están gritando a todos que la Iglesia necesita en el centro mismo de sus comunidades una experiencia sacramental mucho más viva y sentida.
Sin embargo, nadie parece sentirse responsable de lo que está ocurriendo. Somos víctimas de la inercia, la cobardía o la pereza. Un día, quizás no tan lejano, una Iglesia más frágil y pobre, pero con más capacidad de renovación, emprenderá la transformación del ritual de la eucaristía, y la jerarquía asumirá su responsabilidad apostólica para tomar decisiones que hoy no nos atrevemos ni a plantear.
Mientras tanto no podemos permanecer pasivos. Para que un día se produzca una renovación litúrgica de la Cena del Señor es necesario crear un nuevo clima en las comunidades cristianas. Hemos de sentir de manera mucho más viva la necesidad de recordar a Jesús y hacer de su memoria el principio de una transformación profunda de nuestra experiencia religiosa.
La última Cena es el gesto privilegiado en el que Jesús, ante la proximidad de su muerte, recapitula lo que ha sido su vida y lo que va a ser su crucifixión. En esa Cena se concentra y revela de manera excepcional el contenido salvador de toda su existencia: su amor al Padre y su compasión hacia los humanos, llevado hasta el extremo.
Por eso es tan importante una celebración viva de la eucaristía. En ella actualizamos la presencia de Jesús en medio de nosotros. Reproducir lo que él vivió al término de su vida, plena e intensamente fiel al proyecto de su Padre, es la experiencia privilegiada que necesitamos para alimentar nuestro seguimiento a Jesús y nuestro trabajo para abrir caminos al Reino.
Hemos de escuchar con mas hondura el mandato de Jesús: "Haced esto en memoria mía". En medio de dificultades, obstáculos y resistencias, hemos de luchar contra el olvido. Necesitamos hacer memoria de Jesús con más verdad y autenticidad.
Necesitamos reavivar y renovar la celebración de la eucaristía.
José Antonio Pagola
HOMILIA
2007-2008 - RECREADOS POR JESÚS
25 de mayo de 2008
EXPERIENCIA DECISIVA
El que me come vivirá por mí.
Como es natural, la celebración de la misa ha ido cambiando a lo largo de los siglos. Según la época, teólogos y liturgistas han ido destacando algunos aspectos y descuidando otros. La misa ha servido de marco para celebrar coronaciones de reyes y papas, para rendir homenajes o para conmemorar victorias de guerra. Los músicos la han convertido en concierto. Los pueblos la han integrado en sus devociones y costumbres religiosas...
José Antonio Pagola
HOMILIA
2004-2005 – AL ESTILO DE JESÚS
29 de mayo de 2005
CADA DOMINGO
Yo soy el Pan vivo.
Para celebrar la eucaristía dominical no basta con seguir las normas prescritas o pronunciar las palabras obligadas. No basta tampoco cantar, santiguarse o damos la paz en el momento adecuado. Es muy fácil asistir a misa y no celebrar nada en el corazón; oír las lecturas correspondientes y no escuchar la voz de Dios; comulgar piadosamente sin comulgar con Cristo; damos la paz sin reconciliamos con nadie. ¿Cómo vivir la misa del domingo como una experiencia que renueve y fortalezca nuestra fe?
Para empezar, es necesario escuchar desde dentro con atención y alegría la Palabra de Dios y, en concreto, el evangelio de Jesús…
José Antonio Pagola
HOMILIA
2001-2002 – CON FUEGO
2 de junio de 2002
Título
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José Antonio Pagola
HOMILIA
1998-1999 – FUERZA PARA VIVIR
6 de junio de 1999
EL NUEVO DOMINGO
El que come este pan vivirá para siempre.
El domingo ya no es lo que era hace unos años. En poco tiempo ha crecido y se ha convertido en el «fin de semana», que comienza ya el viernes por la tarde y en el que gran parte de la población puede vivir de manera diferente escapando de las obligaciones del trabajo, de los horarios impuestos y de la rutina diaria.
No todos vivimos este «nuevo domingo» de la misma manera. Para algunos es una verdadera suerte; tienen iniciativa, posibilidades y fantasía para disfrutar a su gusto de estos días. Para otros es un tiempo cruel, pues sienten con más fuerza su soledad, enfermedad o vejez; el domingo sólo despierta en ellos tedio y nostalgia. Otros temen el domingo, no saben qué hacer con él, se aburren; si no hubiera fútbol sería insoportable…
José Antonio Pagola
HOMILIA
1995-1996 – SANAR LA VIDA
9 de junio de 1996
LA EXPERIENCIA DE LA MISA
El que come este pan vivirá para siempre.
El pueblo cristiano ya no es mero espectador en la celebración de la eucaristía dominical. Puede escuchar la Palabra de Dios en su propia lengua, toma parte activa con sus cantos y oración, y son bastantes los que intervienen animando la acción litúrgica, leyendo o distribuyendo la comunión. Todo ello constituye uno de los frutos más positivos del último Concilio.
Bastantes, sin embargo, no conocen la estructura básica de la eucaristía, ignoran el sentido de los símbolos y las expresiones más habituales, nadie les ha enseñado de manera práctica cómo vivir cada momento de la misa. Una de las tareas más urgentes de nuestra Iglesia es, sin duda, ofrecer a los fieles una catequesis que les ayude a vivir mejor la eucaristía del domingo. Propongo en esta fiesta del Corpus unas sugerencias elementales…
José Antonio Pagola
HOMILIA
1992-1993 – CON HORIZONTE
13 de junio de 1993
UN PASO DECISIVO
El que come de este pan vivirá para siempre.
Uno de los hechos sociológicos más significativos de estos años y que más impacto tendrán en el futuro de Europa es, sin duda, el «distanciamiento religioso». Un número de personas cada vez mayor se va distanciando de la experiencia religiosa que anteriormente había vivido.
¿Cómo se está produciendo este fenómeno que algunos llaman «revolución silenciosa»? ¿Qué sucede en esas personas que van abandonando la fe? Sin duda, el itinerario de cada persona es único, pero ¡os estudios que se vienen realizando permiten describir algunas etapas fundamentales de ese distanciamiento…
José Antonio Pagola
HOMILIA
1989-1990 – NUNCA ES TARDE
17 de junio de 1990
DE LA MISA A LA EUCARISTÍA
El que come este pan vivirá para siempre.
Así reza el subtítulo de un excelente estudio en el que el teólogo guipuzcoano X. Basurko nos ofrece la síntesis adecuada para entender y vivir la eucaristía en toda su riqueza.
Durante muchos siglos, «la misa» ha sido el término familiar empleado en occidente para designar la reunión eucarística de los cristianos. Como es bien sabido, esta palabra viene de aquella despedida pronunciada en latín: «Itte, missa est». Con el tiempo, «misa» llegó a significar la bendición final y, más tarde, toda la celebración…
José Antonio Pagola
HOMILIA
1986-1987 – CONSTRUIR SOBRE LA ROCA
21 de junio de 1987
Título
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José Antonio Pagola
HOMILIA
1983-1984 – BUENAS NOTICIAS
24 de junio de 1984
Título
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José Antonio Pagola
HOMILIA
1980-1981 – APRENDER A VIVIR
21 de junio de 1981
Título
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José Antonio Pagola
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